Humedales, aves rupícolas y olmos resistentes a la grafiosis

La gravera de Tranzones, en el Parque Regional del Sureste de la Comunidad de Madrid, es un buen ejemplo de que el ciclo de la producción de áridos se completa con la restauración y la recuperación de la biodiversidad autóctona del área en la que se ha realizado la extracción.

Siguiendo nuestro compromiso medioambiental y en colaboración con expertos competentes en la materia, hemos destinado más de 52 hectáreas a la recreación de un humedal en una antigua zona de inundación aluvial del río Jarama, en la cual se suceden zonas húmedas y marjales de mucho interés para las aves. 

Durante los años en los que esta cantera no había sido explotada, la naturaleza ya se había abierto paso y la vegetación autóctona y las aves ya estaban colonizando algunas zonas de la antigua gravera.

A partir de lo que la propia naturaleza nos estaba marcando, nuestro objetivo fue el de regenerar un espacio seguro para el fomento de los hábitats y las especies características de la comarca. Para ello, llevamos a cabo una reconstrucción topográfica y morfológica, configurando láminas de agua de diferente profundidad y charcas temporales. 

Una de las actuaciones más importantes fue la plantación de olmos (Ulmus minor) resistentes a la grafiosis. Los olmos son una de las especies asociadas a zona húmedas de mayor importancia ecológica, e incluso cultural, en España y la grafiosis, una enfermedad provocada por un hongo, está afectando gravemente a la gran mayoría de las olmedas de la península. En Tranzones se han plantado 50 ejemplares de esta especie, ya resistentes a la enfermedad, procedente de un vivero con sus correspondientes certificaciones ambientales.

Además, los trabajos realizados en Tranzones incluyeron las siguientes actuaciones:

• Suavización de las pendientes del perímetro de la gravera para evitar riesgos a las personas y promover especies arbóreas y arbustivas autóctonas que aislaran parcialmente la zona.
• Eliminación de toda la vegetación alóctona, protegiendo las zonas colonizadas por vegetación autóctona.
• Instalación de cajas nido para el anidamiento de aves paseriformes insectívoros como refuerzo de las poblaciones de páridos ya existentes en la zona.
• Por ser zona de paso muy importante de paseriformes y aves insectívoras se han habilitado zonas en el marjal de carrizos para que se pueda llevar a cabo anillamientos científicos.
  
• Fomento de la nidificación de especes rupícolas, como el avión zapador, mediante la creación de taludes verticales destinados a esa finalidad.
• Revegetación con 3.319 plantones de especies autóctonas mediante la creación de islas de vegetación. 
• Refuerzo de la plantación inicial con una reposición de marras de 925 plantas con su correspondiente riego estival.
• Creación de una charca temporal, un lugar de especial interés para la fauna y la flora autóctona, en especial para los anfibios.
• Instalación de hoteles de insectos que facilitan la polinización y aceleran los procesos ecológicos.

Este proyecto se ha realizado en colaboración con: