Abejas silvestres: desconocidas pero imprescindibles
El Día Mundial de las Abejas fue declarada por la ONU para crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y su contribución al desarrollo sostenible.
En la actualidad, la producción del 84 de las especies cultivadas en Europa depende directamente de los polinización por insectos, especialmente de las abejas, y el 85 de las plantas silvestres son polinizadas por animales. Ambos argumentos nos demuestran la importancia de los polinizadores en el funcionamiento de los ecosistemas y el elevado valor económico de los servicios ecosistémicos que producen. Sólo en lo referido a la producción de cosechas para consumo humano, el valor económico de la contribución de los polinizadores se ha cuantificado en 153.000 millones de dólares, lo que supone un 9,5 del valor total de la producción de comida humana en todo el mundo.
Entre la especies animales que polinizan las plantas se encuentran algunas aves, murciélagos, escarabajos, moscas, hormigas, mariposas, polillas y, sobre todo, abejas silvestres. Hay más de 20.000 especies de abejas en el mundo y sólo en nuestro país más de 1.000 especies, un dato desconocido para la mayor parte de los ciudadanos, que sólo conocen a la abeja de la miel.
De entre las especies silvestres de abejas, la mayor parte son solitarias, es decir, no hacen colonias como las abejas melíferas o muchos abejorros. A pesar de esta invisible existencia, su capacidad como polinizadores es insustituible. De hecho, recientes estudios demuestran que las especies silvestres son responsables de una parte del servicio de polinización mucho mayor que el que tradicionalmente se les había atribuido.
Algunas especies de abejas silvestres emergen en los primeros meses del año, otras más tarde se asocian a diferentes familias de flores, desarrollándose en algunos casos una alta especificidad entre planta y polinizador, viven en ambientes distintos… Esta enorme diversidad de especies y costumbres garantiza su papel como polinizadores. Se trata de una labor llevada a cabo de forma complementaria: cuanto mayor sea la diversidad y riqueza de especies de polinizadores mayor será el beneficio expresado en términos de polinización.
Múltiples estudios han alertado sobre la creciente desaparición de los polinizadores alrededor del mundo, una tendencia que siguen también las poblaciones de otros insectos.
Se cree que el decrecimiento en las poblaciones de polinizadores responde al efecto combinado de diferentes factores entre los que se encuentra la intensificación agrícola, que lleva asociados tanto el uso de insecticidas y otros fitosanitarios como la desaparición de sus recursos tróficos -las flores-, y la pérdida o degradación del hábitat. También les afecta la introducción de especies exóticas invasoras, que pueden desplazar, predar, provocar introgresión genética o transmitir parásitos y enfermedades a nuestros polinizadores silvestres. El cambio climático puede variar la adecuación en la fenología entre planta y polinizador o provocar cambios en la distribución entre polinizadores y plantas.
Una amenaza reciente y de la que todavía hay pocos estudios es la movilización de grandes poblaciones de abejas melíferas con interés agrícola y el efecto que tienen en las poblaciones de polinizadores silvestres.
Las acciones para favorecer la conservación de las abejas silvestres están relacionadas con la protección de sus hábitats naturales y la restauración de hábitats propicios para fomentar la presencia de estas especies: espacios con vegetación silvestre rica en recursos florales y lugares de refugio y anidamiento que favorezcan la abundancia y riqueza de estos himenópteros.
En este sentido, las restauraciones mineras hechas con conocimiento científico, realizadas con especies autóctonas y encaminadas a restaurar los hábitats naturales son una estrategia enormemente útil para los polinizadores. Más cuando estos lugares restaurados están libres de las presiones que han de soportar otros espacios, como son los desbroces, el uso de fitosanitarios, etc. Las canteras restauradas pueden constituir refugios importantes que ayuden a la conservación de estos imprescindibles insectos sin los que el funcionamiento de nuestro planeta se vería seriamente comprometido.
Raquel Sánchez, técnica de campo del proyecto Misión Polinizadores
Raúl Alonso, presidente y coordinador de Misión Polinizadores