El humedal del Charco del Tamujo un ejemplo de contribución social, económica y ambiental
Holcim España en colaboración con el Grupo Plegadis.
Localización: gravera del Charco del Tamujo, término municipal de Fuente el Fresno, Ciudad Real.
El resultado de la restauración de la gravera del Charco del Tamujo es espectacular. El paisaje obtenido después de años de trabajo muestra una sucesión de zonas húmedas protegidas por la vegetación palustre (eneas, carrizos y juncos) y rodeadas por plantaciones en las que se combinan especies de árboles y arbustos típicos del bosque mediterráneo.
Especies como la nutria, el pato colorado, el porrón común, el rascón, los abejarucos, el carricero tordal o el pájaro moscón han encontrado, en la antigua gravera, un lugar de refugio y reproducción. En sus zonas aledañas habitan especies típicas del monte como los corzos, jabalíes, cigüeñas negras, tórtolas europeas o alcaudones comunes.
La gravera del Charco del Tamujo tiene una ubicación estratégica entre los Parques Nacionales de Las Tablas de Daimiel y de Cabañeros, al borde de la Mancha Húmeda (reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 1981).
Su restauración fue diseñada pensando que el Charco del Tamujo tenía que ser un muy buen ejemplo de cómo una explotación minera podría convertirse en un humedal, un espacio natural rico en biodiversidad y con vocación de conservación del medio natural y de sus especies amenazadas. En la actuación se llevaron a acabo las siguientes acciones:
- Se suavizaron las orillas de los bancos de explotación para que las comunidades vegetales y la fauna silvestre colonizasen el espacio, favoreciendo el flujo del viejo curso del arroyo.
- Se potenció la biodiversidad en las labores de revegetación, introduciendo más de 12.000 ejemplares de 24 especies diferentes de árboles y arbustos para recuperar el monte mediterráneo y las zonas de ribera, con especies como la encina, la coscoja, el fresno, el álamo blanco, el sauce, el acebuche, el enebro, el madroño, el majuelo, etc.
- Se realizó una ordenación del territorio para crear zonas de avistamiento y observación de fauna y flora, para que pudiera ser utilizado en el futuro como motor del desarrollo de la economía local y la dinamización del ámbito rural.
Además, esta zona se encuentra aislada del resto de la cuenca fluvial del Guadiana la cual está castigada por la introducción de especies exóticas. Este hecho ha facilitado que el Charco del Tamujo se haya convertido en un refugio de especies de peces autóctonos, como la boga o el cachuelo, y que sea un lugar adecuado para la recuperación de ciertas especies autóctonas amenazadas como el galápago europeo, la ranita arbórea meridional o los tritones ibérico y jaspeado.
En definitiva, un ejemplo de la contribución activa de una empresa privada en la mejora social, económica y ambiental de la zona donde se ubica.
Este proyecto se ha realizado en colaboración con: